Houston, tenemos un problema: ¡la abundancia!

¿Y si el problema no fuera la escasez, sino la abundancia de recursos? Es lo que defiende Albino Prada Blanco, profesor de Economía en la Universidad de Vigo, en su libro El despilfarro de las naciones.

En su opinión, el problema no es que no haya suficientes recursos:
"Baste comprobar cómo la producción global se multiplicó casi por veinte en el siglo XX mientras que la población lo hizo por cuatro, sin que tal desproporción mitigara en nada la misera que sigue padeciendo buena parte de la Humanidad".
El problema, explica, es justo el contrario:
"En la actualidad necesitamos que las cosas se consuman, se quemen, se desgasten, se sustituyan y se desechen a un ritmo cada vez más rápido."
En resumen:
"Si en el mundo prevaleciese la escasez, [...], el problema económico consistiría en cómo producir lo suficiente; no en la existencia - como es el caso - de demanda para esas cosas, o la necesidad de crear tal demanda.
De ahí el título, El despilfarro de las naciones, ya que la sociedad dilapida sus recursos. ¿Y qué solución propone el autor? Atentos: el socialismo internacional. (Y aquí lo dejo, la explicación, en el libro).

Además de esta idea, el autor analiza otras cuestiones. A mí concretamente me han llamado mucho la atención cuatro:

Sobre la ciencia económica, critica el papel de la economía como ciencia exacta (queriéndose parecer a la física):
"En el campo de la economía el descubrimiento de unas leyes generales está dificultado por el hecho de que los fenómenos económicos observados están a menudo bajo la influencia de muchos factores que resulta complejo evaluar por separado". Einstein. [Sobre dichos factores ya hemos comentado algunos en el blog].
"Es como si la caída de la manzana al suelo dependiera de los motivos de la manzana, de si vale la pena caerse al suelo, y de que suelo quisiera que se cayese la manzana, y de cálculos erróneos por parte de la manzana sobre a qué distancia estaba el centro de la tierra". Keynes.
Sobre las centrales nucleares, nos alerta de que nos lleven a un ecocidio (suicidio ecológico). Para justificarse explica que las compañías de seguro rechazan asegurar el riesgo nuclear. ¡Hasta ellas rechazan ese riesgo por su incertidumbre! Si ni las compañías de seguro por tanto se atreven a entrar en el negocio, mal asunto... empieza a holer a chamusquina. En consecuencia, Prada defiende el principio de precaución y abstenerse.

Sobre la globalización de la economía, afirma que es innegable, y valga como muestra que "JP Morgan Chase poseía en 2008 derivados financieros en un volumen superior al PIB mundial".

Finalmente, quisiera destacar la crítica que hace sobre el neoliberalismo y cómo han conseguido demonizar el gasto público (del que es partidario como fuente de distribución y justicia social):
"[...] con frecuencia no se duda en calificar la (menor) dimensión del gasto público como una medida de libertad económica; para los que así razonan, cuanto más se gasta en lo público más se exige en impuestos y, por tanto, menor sería la libertad económica. Singapur sería en consecuencia, con un 20% de gasto público sobre el PIB, una sociedad más libre que Suecia, con un 68%."

Sin duda, una visión interesantísima, porque cambia el enfoque totalmente: de la economía de la escasez a la economía de la abundancia. Seguramente tenga mucha razón en ello...

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