La otra cara del déficit público

Esta es ya la quinta entrada de la serie sobre la Teoría Monetaria Moderna. Puedes consultar el resto aquí.

LO QUE ESCUCHAMOS: “Cuando hay déficit público, los gastos son mayores que los ingresos, luego para pagarlos el sector público tendrá que 'confiscar' recursos de los ciudadanos y por tanto el ahorro privado disminuirá".

LO QUE DICE LA MMT: Sin el déficit público, el sector privado no puede ahorrar.

En primer lugar, es falso que los ahorros disminuyan si el Estado se endeuda para financiar su déficit:

"Cuando el sector público vende bonos públicos y se endeuda, lo que está ocurriendo es que el agente privado que compra los bonos pasa de tener ahorros en forma de dinero contante y sonante a tener ahorros en forma de bonos públicos. Pero la cuantía de su riqueza (la cuantía de su ahorro) es la misma. Si compra bonos públicos por 1000 euros, pasará de tener dinero líquido por valor de 1000 euros a tener bonos por valor de 1000 euros. Su ahorro no mengua, sólo su composición se ve alterada. Además, siempre que quiera, el agente privado puede vender sus bonos a otro agente y convertir el bono en dinero contante y sonante, alterando de nuevo su composición. En definitiva, el ahorro del comprador del bono público no se reduce en absoluto." // Saque de Esquina

Pero no solo eso, no es que no disminuyan, ¡sino que los ahorros aumentan! 

"[...] el sector público incrementa el gasto por la misma cantidad de dinero que obtiene vendiendo el bono (para eso lo ha vendido). Si vende un bono por 1000 euros, incrementará el gasto público por 1000 euros. Ese dinero se utilizará para algo (pago de sueldos, pensiones, educación pública, infraestructuras, etc), por lo que acabará en la cuenta bancaria de una empresa o una familia. Recordemos que por identidad contable todo gasto supone un ingreso, de forma que ese gasto público supondrá un ingreso para el sector privado, aumentando así su ahorro." // Saque de Esquina

Para los escépticos que desconfíen de tanta palabrería, siempre nos quedan las matemáticas. Por una mera cuestión de contabilidad, cualquier gasto es un ingreso para otra persona. Si solo hay dos personas: un ciudadano y un gobernante, si el gobernante gasta 1€, el ciudadano ingresa 1€.

Saldo Sector Privado = - Saldo Sector Público 

 Ingresos privados - Gastos privados = - (Ingresos públicos - Gastos públicos)

1 € - 0 € = - (0€ - 1€)

1€ = 1€

Reordenando* (pasándolo todo a un miembro):

Saldo Sector Privado + Saldo Sector Público = 0

1 € - 1€ = 0

Otro ejemplo. Imaginemos que intercambiamos cromos. Dos niños tienen tres cromos cada uno. Juan le da uno a Pepe, y Pepe le da 2 a Juan. Quedaría así:

Saldo Pepe = - Saldo Juan

Ingresos Pepe - Gastos Pepe = - (Ingresos Juan - Gastos Juan)

+1 - 2 = - (2 -1)

-1 = - (+1)

O también : Saldo Pepe (-1) + Saldo Juan (+1) = 0

Si nos fijamos en la primera igualdad podemos extraer una conclusión interesante:

Saldo Sector Privado = - Saldo Sector Público 

Si el sector privado ahorra (saldo positivo), necesariamente el sector público tiene que tener déficit (saldo negativo). Solo así se cumpliría la igualdad. Matemáticamente, está claro que sería imposible que los dos tuvieran saldo positivo (sin contar el sector exterior*).

Resumen

1.- El déficit público no es más que el método del Estado para crear dinero e inyectarlo en la economía (ya dejamos claro en la primera entrega que el estado primero gasta y luego recauda, ese gasto es la creación de dinero).

"El déficit de un Estado no es más que la diferencia entre el dinero que éste inyecta en la economía a través del gasto público y el dinero que éste retira de la economía a través de los ingresos públicos (como los impuestos). [...] Cuando hay déficit público, se anota más dinero en las cuentas bancarias de las familias y empresas del que se borra de esas mismas cuentas. El déficit público es creación de dinero. Esto es incontestable." // Saque de Esquina

2.- El déficit público no es ni malo ni bueno. Hace tiempo leí que si dejáramos de publicar los déficits públicos, nos daríamos cuenta de que el mundo no se acaba.

"Dicho lo cual, ni el déficit público ni la deuda pública son problemáticos per se. Al fin y al cabo son herramientas de política económica (¡nada más y nada menos que herramientas para crear dinero!). Y las herramientas pueden usarse para hacer cosas positivas o negativas, igual que un cuchillo se puede utilizar para cocinar o para matar. El recurso del Estado al déficit y a la deuda debe utilizarse cuando sea necesario, y ese momento es cuando en la economía haya menos dinero en movimiento del que sería deseable, algo que suele ocurrir en situaciones de crisis, recesión y estancamiento (¡como en la actualidad!): las empresas no se animan a invertir ni las familias a consumir tanto como sería óptimo para la actividad económica. Por lo tanto, esa ausencia de impulso económico debe darla el Estado a través del déficit público."  // Saque de Esquina

3.- Para que el sector privado ahorre, es necesario que el sector público tenga déficit*. Lo hemos demostrado antes verbal y matemáticamente.

La semana que viene seguiremos hablando sobre la Teoría Monetaria Moderna. La cosa se pone interesante...

*En nuestro análisis no hemos contemplado el sector exterior. Solo habría que añadirlo a la ecuación, que quedaría como sigue:

Saldo Sector Público + Saldo Sector Privado + Saldo exterior = 0

Y como una imagen vale más que mil palabras, véase como la ecuación anterior se cumple siempre si tomamos los datos de España:

Fuente

Fuentes:
http://eduardogarzon.net/los-deficits-publicos-y-las-deudas-publicas-no-son-el-problema/
http://eduardogarzon.net/un-euro-de-deficit-publico-es-un-euro-que-incrementa-el-ahorro-privado/
http://eduardogarzon.net/el-deficit-publico-es-necesario-para-que-las-familias-y-empresas-puedan-ahorrar/


Actualización 16/06/2018: Interesante lo que dice Ellis Winningham en su blog sobre los superávits. "Ha habido siete supérativs en la historia de EEUU, empezando con Andrew Jackson y acabando con Bill Clinton en 1999, y después de cada uno de ellos, hubo una crisis"