Desigualdad, un libro de Galbraith

Retomamos la serie de reseñas de libros con un tema transcendental: la desigualdad. Y qué mejor manera de hacerlo que de la mano de James K. Galbraith, el hijo del célebre economista John Kenneth Galbraith. Os cuento lo que me ha parecido más interesante del libro.

Una idea

Una de las causas de la desigualdad son los cambios tecnológicos, que generan grandes recompensas para los innovadores.

Una curiosidad

Keynes nació en 1883, cuando murió Marx. Dos figuras relevantes en el campo de la economía sin duda.



Una mentira

En microeconomía, se utiliza una función de producción que relaciona la cantidad de factores con la cantidad de producto. En esta, se usa L (trabajo) y K (capital) como agregados, a pesar de que ya en 1966 Paul Samuelson (del MIT) reconoció que no se podía usar el capital agregado. ¿En qué unidades se mide? ¿En unidades físicas? No se puede comparar (no es lo mismo tres camiones que dos tractores). ¿En unidades monetarias? Tampoco, porque hay que depreciarlo.

Una paradoja

En los inicios del capitalismo, los trabajadores solo se llevaban una parte del pastel, y los capitalistas el resto. Sin embargo, en la práctica, podían consumir muy poco. El resto había que dedicarlo a la inversión.

Un concepto

“Schumpeter sabía bien que la innovación era y es un arma de doble filo. Por un lado, reduce los costes e incrementa las posibilidades de consumo, lo que mejora el nivel de vida, pero por otro destruye las empresas e industrias a las que desplaza, reemplazando una red de producción estable, madura, competitiva e igualitaria por un nodo de producción desigual, monopolístico e inestable. Schumpeter llamó a este proceso <<destrucción creativa>>, y en su opinión era el motor del progreso capitalista.”

Una pregunta

“¿Es la inmigración la que incentiva los salarios bajos, o son los salarios bajos los que incentivan la inmigración?”

Un dato

En EEUU el impuesto de sucesiones se puede evitar donando a una organización benéfica.

Una confusión

Cuando hablamos de la riqueza de Gates, hay que tener en cuenta que no es efectiva. Si decidiera vender sus acciones, perderían inmediatamente su valor. Esa riqueza no está materializada.


Galbraith
Portada del libro

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Cómo funcionan las transferencias bancarias?

El mito del trueque

¿Qué hace un economista trabajando en Google?