¿Por qué los economistas no se ponen de acuerdo?

Cuando sale un economista en la tele, escuchamos un discurso; cambiamos de canal, y aparece otro economista que defiende justo lo contrario del anterior. Esto es muy frecuente y me temo que seguirá siendo así. He aquí un ejemplo de dos economistas con ideologías opuestas, hablando sobre la reforma laboral del gobierno del Partido Popular.

Eduardo Garzón

Daniel Lacalle

"Derogar la reforma laboral es un error mayúsculo y un riesgo para el empleo." (Daniel Lacalle)

"Se debe abolir la reforma laboral para acabar con el empleo precario"  (Eduardo Garzón)

Para entender esta paradoja, hay que tener claro qué es la economía. La respuesta más común es que se trata de una ciencia social (esto después se adorna diciendo que trata de maximizar la satisfacción de las personas dados unos recursos escasos, que se gestionan eficientemente, por agentes racionales,...).

En teoría, al ser una ciencia, se observa la realidad y se formulan leyes (reglas que la describan), es decir, se aplica el método científico. El problema es que no es siempre posible aplicarlo bien. Veamos por qué.

En primer lugar, los economistas forman parte de la realidad. Por ejemplo, si debatimos si subir los impuestos a los ricos, un economista que sea de clase alta podría tener prejuicios sobre esa idea.

En segundo lugar, no siempre se puede experimentar, al contrario que en química o en otras ciencias naturales, que puedes ir al laboratorio y ensayar. Si dejo caer una piedra diez veces, las diez caerá con la aceleración de la gravedad. Por el contrario, si estudio cómo gastan su renta los individuos, probablemente cada vez obtendré resultados diferentes.

En tercer lugar, hay demasiados factores en juego. Por ejemplo, quiero estudiar por qué ha crecido la economía española, para así saber cómo actuar en caso de que hubiera otra crisis. Es difícil saber si la mejora se ha debido a la austeridad, a que ha bajado el precio del petróleo, a la actuación del Banco Central Europeo bajando los tipos de interés, a la reforma laboral del gobierno, a que los inversores confían en nosotros por estar dentro de la Unión Europea,...

En cuarto lugar, como consecuencia de lo anterior, los economistas tienen que recurrir a modelos (simplificaciones de la realidad). Si el modelo es muy simple, no describe bien la realidad; pero si es muy complejo, no puedo trabajar con él. Por ejemplo, si digo que la demanda de coches depende del precio, es muy inexacto. Por el contrario, si planteo que la demanda de coches depende del precio, de la conciencia ecológica, de la renta, de los impuestos, del precio de las motos, de la dificultad para sacarse el carnet de conducir,... entonces ya el modelo es demasiado complejo.

Como ves, no es nada fácil. Por eso, como vimos anteriormente, en economía la mejor respuesta es DEPENDE.

¿Has escuchado a economistas contradecirse? Cuenta tu experiencia en los comentarios.

Fuente: Economía Política. Juan Torres López.